Efecto Foehn
exp_net (expnet023)
2012
En Blezna árbole, Portuario o Landaise se hizo un trabajo de campo previo para recoger grabaciones de campo y a partir de ellas realizar composiciones vinculadas al paisaje sonoro de lugares concretos.
En esta ocasión el modo de trabajo ha sido diferente. La idea fue inspirarse en el Efecto Foehn para realizar una serie de composiciones que puedan acompañar a este singular fenómeno meteorológico a modo de banda sonora.
Este trabajo se realizó entre Enero y Octubre de 2012
Foto de Luisa Iglesias.
Escuchar en Bandcamp, Apple Music, Spotify
El efecto foehn podemos definirlo como la transformación que sufre una masa de aire cuando atraviesa un obstáculo montañoso, y cuya principal característica sería un notable aumento de su temperatura. Cuando hay foehn, en los valles situados a sotavento de las montañas se registran subidas espectaculares de temperatura; un ascenso térmico que viene acompañado de un viento seco, cálido, muy molesto y racheado, que parece surgir a borbotones de la montaña. Ese carácter turbulento del viento viene condicionado por las características orográficas del terreno, siendo más acusado en los valles estrechos, profundos e intrincados, donde las rachas pueden alcanzar los 100 km/h.
Para entender por qué se produce este efecto, hay que tener en cuenta que el aire se enfría a un ritmo mayor o menor al ascender por la atmósfera, dependiendo de cuál sea su grado de humedad. Cuando una masa de aire seco encuentra en su recorrido con una montaña, se ve obligada a remontarla, y en ese ascenso se enfría a razón de casi 1 oC por cada 100 metros de ascensión. Ese es el cambio de temperatura aproximado que experimentamos cuando subimos por una montaña un día soleado.
Al ir la masa de aire remontando la falda montañosa, se va enfriando de forma progresiva y llega un momento en que alcanza su nivel de condensación y empieza a formarse una nube orográfica. El aire se satura de humedad y al seguir ascendiendo (ya en forma de nube) sigue enfriándose pero a un ritmo menor, del orden de 0,5 oC por cada 100 metros. Si la montaña es lo suficientemente elevada, en esa cara de barlovento la nubosidad agarrada a ella dejará precipitaciones, perdiendo el aire gran parte de su contenido de humedad al llegar a la cima. Una vez allí arriba, el aire empieza a descender por la otra ladera, la de sotavento, pero al haberse convertido ya en un aire seco, se calienta en todo el tramo descendente a razón de 1 oC por cada 100 metros, de manera que al llegar al valle, el aire está bastante más caliente que inicialmente, cuando incidió en la montaña.
El foehn influye también de forma importante en el estado anímico de las personas, y no sólo eso, sino que está relacionado con ciertas patologías y trastornos de la salud como los dolores de cabeza, las náuseas, el insomnio, los estados depresivos… así como con el aumento de los accidentes, los suicidios y las acciones violentas. En el País Vasco, el viento sur, y el efecto foehn que lleva asociado, recibe el nombre de ero haizea, que traduciríamos como “viento de locos”, pero no es que únicamente vuelva loca a la gente, sino que, al parecer, desata los más bajos instintos de los seres humanos. En algunos cantones suizos, los registros de viento son usados en los juicios por homicidio, y si se certifica la presencia de föhn, los abogados lo usan como una prueba eximente. En el antiguo Código Penal que se aplicaba en España, se recogía ese hecho, eximiendo de la culpabilidad de un delito si la falta había sido cometida en días de viento sur. En las estadísticas de asesinatos, suicidios o hechos violentos, hay a menudo una componente climática, asociada en la mayoría de ocasiones a la combinación del viento y el calor.
Texto de José Miguel Viñas extraído de www.divulgameteo.es