Luz
Capilla de la Trinidad. Museo Barjola. Gijón.
Producida para la exposición La unidad es la luz de Ramón Isidoro.
Una constante en el trabajo de Ramón Isidoro, quizá su marca fundacional, es la de saber internarse con naturalidad en todas las capacidades de la expresión plástica, trascendiendo la pintura y su materialización, y sometiendo su obra a una rigurosa evaluación, desde su estado intelectual —su espíritu, su aura—, hasta su estado físico ―o su ser objeto―.
La unidad es la luz es una instalación proyectada expresamente para la Capilla de la Trinidad. Se trata de una obra aglutinante, site-specific, que integra arquitectura, luz, sonido, intervención de superficies murales y pavimento, piezas escultóricas y escultopictóricas, piezas de volumen esférico suspendidas y retroiluminadas… Una exhaustiva ocupación del espacio donde se orquesta una composición plástica multisensorial.
Sin embargo, por encima –o, más bien, por dentro– de toda esta fisicidad, el núcleo de esta muestra es todo intención (llámese también concepto si se prefiere), toda esta intervención de Ramón Isidoro es un extraordinario esfuerzo de profundidad, una intensa llamada que nos convoca al encuentro con nuestras débiles certezas, con las calidades y cualidades sensoriales, con la experiencia privada en el espacio-tiempo del Arte… A exculparnos por un momento del rigor de la razón expresa, y entregarnos al encuentro con lo singular y múltiple que también somos.
Texto: Laila Bermúdez